miércoles, 18 de julio de 2007

SOBRE EL PARO DE PROFESORES



Soy profesora de niños de 6 a 12 años, del nivel primario de la Institución Educativa 1142 de Ate Vitarte. Actualmente tengo a mi cargo a los niños de cuarto grado y no puedo decir que soy abnegada o absolutamente feliz con lo que lo hago pero sí creo que entrego lo mejor de mi tiempo para ellos ya que mi carrera exige un profundo compromiso con la sociedad y me satisface poder lograr muchas cosas pero también me entristece no poder hacer más, sabiendo que nuestras escuelas públicas carecen de recursos que nos permitirían desarrollar con más eficiencia la labor diaria. En nuestro caso aún no tenemos implementado un aula con buenos equipos de informática ni siquiera una buena biblioteca y los niños vienen de hogares carentes de recursos económicos o situaciones de rompimiento familiar. Es fácil culparnos y desmejorar nuestro estado de ánimo, colocándonos como principales responsables de la situación actual de la educación.

Estos días han sido los más difíciles del tiempo que tengo en servicio para el estado( 5 años) ya que el detener nuestra labor por motivos que exigen un mejor trato a nuestra profesión es una razón suficiente para enfrentarnos a la imposición por parte del gobierno. Utilizar adjetivos que nos agreden, crear un clima de desconfianza, comunicar superficialmente a la población, no merece nuestra mayor consideración con el gobierno. Estuve leyendo el pronunciamiento de Foro Educativo, y El Consejo Nacional de la Educación, me parece que lo deberíamos tomar en cuenta ya que la visión que tienen se ciñe a la realidad. Es una posición democrática sin intereses políticos como lo tiene el SUTEP o el mismo gobierno.



Lunes 10 de Julio del 2007.
Diario La Primera.

Gobernar es educar
César Hildebrandt.

El gobierno quiere evaluar a los maestros para ver quiénes sobran en ese arte difícil del desasnamiento. Eso es comprensible. Lo que no es comprensible es que el gobierno diga, al mismo tiempo, que la evaluación magisterial no producirá despidos sino aumentos de sueldo, bienestar para todos y corvinas para un banquete a las finas hierbas.
No, pues, hombre. No se puede mentir y esperar que la mentira sea tragada y saboreada por sus destinatarios. Porque la mentira subleva a veces más que la miseria.
Va a haber exámenes y va a haber evaluaciones. Y las evaluaciones traen consigo calificaciones y descalificaciones. Y eso está bien, porque si no, ¿para qué diablos se somete uno a exámenes? No hay examen sin castigo o recompensa. Y en este caso el castigo será el despido. El problema no es la evaluación sino quiénes la harán, con qué propósitos, con cuánta imparcialidad. El Apra no garantiza un examen impecable. Sólo una entidad independiente y solvente, ajena al ministerio y al Sutep, podría asumir esa tarea. Pero los tiros no van por allí. El Apra quiere el examen como pretexto para que se le abran las puertas a la caballería de Alfonso Ugarte y sucursales. Allí están el atasco y el diálogo trunco.
No sólo eso está mal. Está peor que el gobierno no haya subido el presupuesto para el sector educación. Sin mejora de condiciones y salarios –mejoras sustantivas y no las que Toledo "regaló"– no habrá oportunidad de sacar a la educación pública de su ya vieja decadencia.
Pero este gobierno quiere buenos profesores a 800 soles por mes, Pestalozzis de a 1,000, Teresas González de dos por medio. Y sin tizas ni pizarrones para las lejanías, sin techo para las cercanías, sin carpetas para el oriente, sin futuro para todos.
Y encima miente este gobierno que se persigna, amoratado, en octubre. Miente tanto como Cipriani, que es la mejor vitamina que hayamos podido tomar los agnósticos.
Yo recuerdo a algunos profesores decisivos. Hermann Buse de la Guerra, por ejemplo, hacía de la geografía una aventura. Con el bohemio profe de filosofía aprendimos algo que era lo más parecido a un método para pensar. Silva se apellidaba y andaba ojeroso como si hubiese empalmado con una noche de adormidera y vainas. Con Rubén Lingán leímos en voz alta La ciudad y los perros, que acababa de salir y que jamás fue quemada en ninguna pira (eso fue un invento afortunado de los editores y el autor, invento convertido luego en leyenda urbana). Antenor Samaniego nos enseñaba literatura de un modo quizás tradicional pero efectivo. Y obligaba a leer y a hacer reseñas que luego compararía para pescar textos clonados y castigar con 05 a los culpables. Santillán Arista nos hizo casi divertida la gramática y convirtió en un asunto de honor el buen uso del modo subjuntivo.
Casi todos mis profesores del colegio militar eran autores de textos de literatura obligatoria en la secundaria. Y nunca terminaré de agradecerles lo mucho que me confirmaron la férrea idea que me zumbaba en la oreja desde niño: saber más es un placer que sólo a los humanos nos está reservado; la curiosidad es la madre de todas las batallas de la mente; la lectura es magia: te dan clases los que más saben, conversas con los muertos más ilustres, viajas sin salir de casa, te enamoras de mujeres construidas con párrafos, te enfureces a solas como un loco. Todo eso se hizo trizas cuando al Perú le pasó lo que nunca dejó de inquietar a Zavalita.Gobernar no es sólo poner desagües y postas médicas. Gobernar es educar. Porque democracia sin educación es cuento chino, torneo de hipnotizadores, oclocracia (es decir dictadura de la chusma), democracia censal y cuantitativa, montañas de DNIs con hologramas.
A ver díganle algo parecido a la Cecilia Drácula esa. Responderá con un memo escrito por un coronel de artillería y un visto y bueno de Giampietri.


Diario Educar. Autoridad y diálogo

Constantino Carvallo


Es una cuestión de comunicación, de sensibilidad. Apoyo la autoridad, la firmeza, el derecho del gobierno a mandar. Pero el lenguaje debe acomodarse al interlocutor, tomarlo en cuenta, permitirle opinar e influir. Después de todo el poder proviene de él. ¿A quién se dirige la Ley de Carrera Pública Magisterial? Principalmente a los maestros. Es su ley. Impactará seguramente en los padres de familia y en los alumnos, pero ante todo es la ley que regirá la carrera del servidor público dedicado a la docencia. El maestro tiene derecho y necesidad de participar en el diseño de un instrumento que directamente lo afectará.
Son cerca de 350,000 maestros trabajando, con un promedio de edad que los mantendrá allí los próximos 20 años. No ingresan más de 5,000 nuevos cada año y tardará algún tiempo tener instituciones serias que capaciten maestros mejor formados. De este enorme contingente humano un sector, acaso el 40% está inscrito en el Sutep. Y de ese porcentaje un pequeñísimo grupo es también parte del partido que controla la organización. A ese pequeño grupo se dirige siempre el lenguaje gubernamental, y sus actos.
He escuchado decir al señor Mulder que gana 8,000 soles y que no le alcanza por lo que está pensando trabajar en una universidad. Martha Hildebrandt declaró hace poco lo mismo: gana muy poco, le cuesta cubrir sus gastos. ¿Cuánto gana un profesor? La octava parte de lo que a ellos no les basta. Sin CTS. Con el sueldo básico reducido porque los aumentos van como bonificación no pensionable de modo que cuando a los 60 años se jubile recibirá 600 soles y la ansiedad de saberlo ingresa con él cada día a clases.
hay otro modo de hablarles que llamarlos sinvergüenzas y no distinguir la dirigencia de la legión de maestros, entre los cuales hay miles de profesionales serios que con sus atenciones a los niños impiden que este país se autodestruya más? ¿No puede el gobierno seducirlos a ellos? ¿Hablarles de pagarles mejor, de mejorar su situación, de convocarlos para participar en una reforma de la que son actores necesarios? No. La ley se vende por el lado más prepotente: evaluar, despedir. Y se impone abusivamente en la Comisión de Educación.
Resultado: convertir ahora al sector más duro del Sutep en protagonista y acentuar la desconfianza de los maestros, los correctos, aquellos a quienes, humildemente, debiera dirigirse la acción gubernamental.




1 comentario:

kain dijo...

casi me convences mistik casi llego a creerte pero cuando veo a uno de esos tus profesores reventar una hato o poner a su hijito como escudo solo siento asco
Yo me crie en un coelgio estatal con peleas y coimas me crie para ser un pobre diablo un ladron mas para eso me educaron y ya me vez, y ustedes solo se quejan como hembritas que han sido traicionadas, si tu viejo no te da lo que necesitas sales y buscas tus propios recursos tu me hablas de unidad pero en todas tus hermosas palabras no me hablas de que tus profesores se unan y busquen de tu escuelita una empresa, eso hacemos en este hospital buscamos nuestros propios ingresos y dejamos de pedir limosnas, de que debe de haber un cambio debe de haber, yo como alumno lo puedo decir, pero tiene que ser real y mas que del gobierno de nosotros mismos del alumno del profesor, y asi francamente no, no creo que a mi me convencerian con el chantaje y la amenaza sea quien sea el malo la actitud por donde la mires sigue siendo cobarde